venerdì 24 settembre 2010

Introducción a Martin Fiorino y la ética aplicada al conocimiento-memoria americano.(*)



(*) Ponencia presentada por el Doc. Salas Machado Ernesto en el IV Congreso Interoceánico de Estudios Latinoamericanos, X Seminario Argentino Chileno y IV Seminario Cono Sur de Ciencias Sociales, Humanidades y Relaciones Internacionales: “La Travesía de la Libertad ante el Bicentenario”. Simposio 15: Ética y conocimiento americano. Mendoza, Argentina. Marzo 2010.

Hoy, mientras organizaciones, empresas, instituciones, movimientos, partidos politicos, gremios profesionales o sindicales, influyentes y actuantes, en lo local, regional, subcontinental, continental, multinacional y planetario diseñan y crean, copian y transfieren, aplican y controlan, actualizan e imponen paradigmas, recetas y códigos éticos relativos a procesos, intrumentalizaciones y conductas en planos tan diversos como el científico, energético, disciplinar profesional, virtual, militar, nanológico, bioestratégico y biopolítico, de seguridad, policial y fronterizo, entre otros, que tienden en su gran mayoría a concebir el hoy-hoy y el hoy-mañana en el marco de la moralidad del modo de vida y de producción neoliberal, otros, antagónicamente, sobre todo individualidades, estudian y tratan de explicarse dicho fenómeno -consolidado a lo largo de la historia del capitalismo- activando alternativas comprometidas con una cultura ética para/hacia la vida y para/hacia la convivencialidad humana.

Nos encontramos frente a quienes, a través de valores y principios, dan uso de conocimientos mercantiles para la reproduccion de un ser humano servil, individualista y, paulatinamente, aniquilador de su propia especie y del resto de las que lo rodean; ubicando el dios-mercado mediante el simbolismo de la moda textil y las versatilidades tecnológicas como código de interconexión cultural. Contrariamente, existe una esperanza para quienes la ética, como teoria-acción y acción-teoría libertaria y liberadora, convivencial y propiciadora del equilibrio biótico, a traves de una cultura tolerante e inseparable de los temas diversidad, ecodesarrollo, conocimiento y migración, hoy concebibles de dimensión política planetaria. Dos serían las tipologías de conocimiento reproducidas para tales fines culturales: uno, creado y transmitido como conocimiento y ética de y para la muerte paulatina del hombre y, otro, creado y transmitido como conocimiento y ética de y para el humano vivir y convivir en diversidad cultural y equilibrio biótico y abiótico.

Muchos investigadores contemporáneos, vecinos interoceánicos del Atlántico, han desarrollado discursos y estudios desde las filosofias de la ciencia, la cultura, política, europeas y latinoamericanas, intentando dar luces sobre el conocimiento científico, humanístico, complejo, libertario y ético en este continente. Algunos desde planteamientos bien definidos como positivistas, marxistas, estructuralistas, socialdemócratas, anarquistas, liberales, junto a versiones neo o post, casi siempre respondiendo, premeditadamente o no a una transmigración –casi robotizada- de ideas que ha conducido al freno de la autenticidad, la originalidad, la creatividad, la heteroevaluación, la independencia y la autodeterminaciòn del conocimiento y de la libertad política y cultural. Hablar de conocimiento es también refirse, en singular y plural, con articulo determinado o indeterminado a eso llamado memoria: memoria individual y memoria colectiva, memoria histórico-cultural y desmemoria histórico-cultural, patrimonio pensamental e improntaciones sicoculturales, los aislamientos temporales, la integración geocultural y las utopías. Preguntarnos cuáles han sido, cuáles son y cuáles serán los conocimientos éticos en nuestra América implica situarnos en las formas particulares y regionales de la memoria continental. Dicho nudo significativo, conduce a plantearnos lo americano como conocimiento, en primer lugar y, como ética del conocimiento y conocimiento ético, en segundo lugar. Vale preguntarse: 1.- ¿Es ético nuestro conocimiento en América? 2.- ¿Ha sido éticamente producido y éticamente reproducido?
Direccionar el timón hacia los puertos: ética de la memoria y extrañamiento de la dimensión ética, como enfatiza el filósofo Martin Fiorino, puede iniciar un proceso alternativo de valoración histórica. Sobre la ética de la memoria ya han avanzado, entre otros, algunos pensadores hebreos, quienes luego del terror nazi en la Europa de la primera mitad del siglo XX, reflexionan hoy la dilemática tarea referida al asunto de la obligación y el derecho del recordar y/o del olvidar, del vengar y/o del perdonar (campo de ética y religión), la atrocidad vivida dentro y fuera de los campos de concentración y aniquilación.
Sobre el extrañamiento de la dimensión ética mucho hay todavía por descubrir en la obra del filósofo que nos ocupa. Historiadores y filòsofos en América y en Europa poseen una larga trayectoria en la búsqueda y reflexión sobre el saber filosòfico y los sujetos filosofantes continentalmente americanos. Ni las lenguas ni las corrientes filosófico-políticas, a partir de las cuales se ha estudiado el continente –o parte de éste-, han representado impedimento alguno para dejar asentadas visiones fragmentarias en las bibliotecas de las metrópolis más importantes del planeta. Por el contrario, ismos y neo-ismos representan hoy interesantes bancos de datos aún por clasificar y valorar, así como también literatura que ha propiciado y justificado formas de gobierno, ejercicios del poder, método de estudio e investigación y, sobre todo, configurado una memoria histórico-cultural continental de tipo, lamentablemente, fragmentaria y dependiente de lógicas, muchas veces de intereses extracontinentales. Pareciera, en ocasiones, que navegáramos en aguas tan turbias que nos impiden saber si dichos fragmentos representan nuestra memoria o si tenemos una memoria hecha de fragmentos. Tal es el caso del uso y abuso de categorías de paradigmas importados e incorporados a nuestro haber a la fuerza, gracias a la repetición publicitaria y/o en la secuencia educativa. Ejemplo de ello la atribución del nombre americano y de su calidad a un electrodoméstico “made in USA”. O, el uso de de “indio”, “negro”, “descubrimiento de América”, “tercer mundo”, “subdesarrollo”, “latinoamérica” entre tantas otras improntas y categorías debatibles. Lo cierto es que, no podemos reunirnos y plantearnos la ética y conocimiento americanos vendados, cuando el derecho a una memoria histórica no mentirocratizada es legítimo y liberador, ante una ética política que arrastra contradicciones desde la implantación del colonialismo, la lengua, el republicanismo, el Estado-Nación, el planeamiento urbanístico, la ciudadanía, la burocracia, la corrupción, las bibliotecas, el constitucionalismo, las democracias, el intervencionismo de Estado y, sucevivamente, la pobreza, las universidades excluyentes, los desarrollismos bancario-multinacionales, la ingobernabilidad, la intolerancia, la terrofagia, el ecocidio, la comunicación cercenada, el sicariato y la violencia, los desaparecidos, los nuevos populismos y los ejercicios personalistas del poder. Reflexionar acerca de la ética y el conocimiento de/en América imprime identificar en lo espacio-temporal aquellos saberes y procesos que nos permitirán una memoria histórica prudente y reflexiva, planteada por Martin, como horizonte de la ética aplicada. Elementos éstos que propiciarían un real diálogo de saberes, junto a los ancestrales, claves todos para la unión continental de los pueblos americanos sin exclusión alguna; considerando las éticas particulares en función de la autodeterminación y autovaloración de las identidades, las utopías y los procesos integracionistas. La exigencia de un registro preconcebido de informaciones, pensadores, obras, propuestas y proyectos filosófico-políticos sobre-de-para nuestro ethos americano se hace impostergable. No podemos dejar de mencionar el patrimonio activo, en cuanto reflexivo, ya adelantado por los maestros Roig, Zea, Romero, Salazar Bondy, Miró Quesada, Frondizi, Dussel, Cerutti Guldbelg, Biagini, Vasquez, Nuñez Tenorio, entre otros, junto a otros predecesores filósofos en América hispanohablante. Mucho menos, menospreciar los artistas, literatos, cultores populares y líderes espirituales aborígenes con quienes, junto a los anteriores, constituyen nuestro patrimonio de conocimiento continental.

Los movimientos y partidos políticos en América, especialmente en América latina, han influenciado la memoria históricocultural y el reconocimiento identitario. Valores y princípios nacidos de vientres discriminatorios, esclavistas y clasistas también forman parte del patrimonio pensamental del ¿cómo hemos sido? ¿qué hemos pensado e inventado? ¿de qué manera hemos narrado nuestra historia, nuestra cotidianidad, nuestras acciones, nuestros pensares, nuestro miedos, nuestra vida? Todo ello, resulta indivorciable, en el presente, de un caciquismo y caudillismo, de un grupalismo, en muchos casos, ejercido desde el parlamentarismo partidocrático y populista que envilece nuestra memoria colectiva, canalizada con silencio mentirocrático impuesto por medios de comunicación testaferros de intereses foráneos alentadores del continuismo. Nuevos medios, nuevas voces, nuevas maneras de cambiar, analizar y plasmar la historia se están dando cita en la contemporaneidad de América. Rescatar quienes plantean la libertad a partir del ético ser y del ético actuar permite acumular un saber político e integrador; desvinculado, obviamente, del eticismo fundamentado en el blanqueamiento y otras discriminaciones fervientes, como ha sucesido y aún sucede con racistas, existencialistas y fenomenológistas acerca el sujeto y la historia americana, inteligentemetnte cuestionados por Roig, Cappelletti, Zea, Blanco Muñoz, entre otros, en las décadas setenta y ochenta del siglo XX.

Para entender la ética aplicada al conocimiento-memoria de tipo americano consideramos oportuno iniciar con el acercamiento categorial: vaciamiento moral, instancia ética, ética aplicada, extrañamiento de la dimensión ética y red de observatorios de ética, de Martin Fiorino, quien partiendo de la interculturalidad, la ética y la filosofía política propone una ética para la convivencialidad; resultado cultural y pedagógico de importancia continental y extracontinental en su rol, a nuestra manera de ver, de traductor de la ética hacia las culturas, las historias, la vida. Permitiéndonos un abecederaio para la investigación sobre lo americano enraizado en consideración de sociedades de convivencia, inteligencia ética, filosofìa política crítica, interculturalidad, saber de integración, vida y convivencia para la vida y, la relación trilógica sensibilidad-reflexión-prudencia , en el marco del vivir y tolerar humano del hombre planetario. El poder orientar una vida digna desde la relación poderes-problemas-valores debe focalizarse, desde la visión del filósofo, al desarrollar “la sensibilidad ante la vida, en todas sus expresiones y ante lo humano, en toda su diversidad. En segundo término, la reflexión: para repensar la riqueza de la condición humana y pensar los fines que se pueden descubrir y proponer en el campo de la vida. En tercer término, la prudencia: como actuación responsable, que toma en cuenta a todos los involucrados para construir y mejorar los diferentes equilibrios, ser humano-naturaleza, ser humano-sociedad, ser humano-cultura.”(Martin F., 2008:20)

El maestro Martin evidencia una dusseliana convicción de la importancia y apuesta ética con respecto a la vida de la vida y a la vida de lo humano, en términos no sólo de ética discursiva sino de ética de la liberación y ética de la política . Ya en el lejano 1984, al publicar uno de sus estudios sobre la justicia adelantaba la comprensión sobre la vida, lo natural, el logos y lo humano con esencias cambiantes, afirmando: “Lo “justo político” está indicando el ámbito “natural” para la realización del hombre y en tal sentido lo “justo político” se identifica con lo justo humano” . Justo humano no sólo referido a Aristóteles, sino al ser humano necesario, ese hombre-palabra-razon (o logos) en su contexto histórico.

En esta Universidad Nacional de Cuyo, el maestro Martin Fiorino incia su formación y pensamiento como filósofo comprometido con el pensar político libertario en América Latina. Argentino de nacimiento, italiano de nacionalidad y venezolano de residencia, obtiene también grados de especialista, maestro y doctor en Filosofía y Post Doctor en Ética aplicada en Bélgica e Italia, dearrollando una consolidada trayectoria como docente dentro y fuera del continente, además de una importante obra escrita, aún por estudiar, referida a la interculturalidad, la convivencialidad, el pensar ciudadano y político, la verdad y la ética aplicada.

Pertinente es mencionar parte de su obra bibliográfica: Desafìos actuales de la Ética Aplicada (2008); Ética intercultural e Integración Latinoamericana (2006); La organización vital. Vida y supervivencia de las organizaciones (2006); Etica y proyecto político (2005); Historia, comunicación y política en América Latina (2001); Ética, economía y política (1996); El problema de la Verdad en la Metafísica de Aristóteles (1981); entre otros, determinan una incansable búsqueda por desentramar la unidad filosofía política crítica, conformada por la Historia de las Ideas, Filosofía Latinoamericana y Filosofía Política en América Latina que, según él: “...no puede soslayar la necesidad de definir un orden social justo (teoría política), de resimbolizar lo político (psicología política), de argumentar en favor de aquel orden(comunicación política) y de sostener y actuar una concepción democrática, plural y transformadora de la política (praxis política)” (Martin, 1997:217).
Martinianamente, lo político, no debe ser separado del contexto espacio-temporal, humano y de la vida. Alerta, como se evidencia por sus citaciones de A. Roig y E. Dussel, A, Cortina, Aristóteles, Kant entre otros, a lo largo de su obra, sobre la importancia del saber ético en función de la vida y del contexto. Dice: “La valoración de los contextos, que parte de la convicción de que la ética es una tarea para seres humanos concretos en situaciones concretas, permite valorizar a los actores y a las organizaciones que los agrupan, para valorizar también los nuevos procesos y los resultados también nuevos, en la progresiva construcción de una trama valorativa común." (Martin, 2008: 76) De hecho, concibe el presente como momento histórico y “siglo de la ética”, esperanzado, en perspectiva latinoamericana, en la consolidación de una ética de la integración que sea soportada en cinco éticas: de gobierno, de lo público, de las empresas, de la ciencia y de la educación; cuya red sea sinérgica gracias a la solidaridad, la cooperación, la justicia, la convivencia, la vida, las mediaciones, la interculturalidad y la humanización. Por ello, afirma sobre la ciencia: “Hoy, pensar la ciencia es pensar la ética de la ciencia”. (Martin, 2008:25)

Así, encontramos un humilde servidor de América que trasciende sus fronteras naturales para repotenciar la ética de la liberación de Dussel, la historia y filosofía latinoamericana crítica de Roig, la pedagogía en valores de Cortina y la ética del conocimiento de Aristóteles, hasta brindarnos con la ética de la convivencia una manera de estudiar lo americano sin violentar la memoria americana. Por el contrario, revalorizándola, discutiéndola y estimulando con su relación trilógica: sensibilidad-reflexión-prudencia el estudio, el método y la compilación ética del conocimiento histórico americano garantizando de esa manera, junto otros procedimientos interdisciplinarios contemporáneos y alternativos, el no seguir dando importancia, historiográficamente, sólo a las diferencias significativas de un periodo a otro, sino a la fuerte continuidad que, sin duda, persistentes en el tiempo, permitan comprender integralmente el sujeto-colectivo americano y su memoria en el futuro próximo. Visión, ésta, pertinente, cuando hoy en día, para no perder y olvidar el conocimiento humano, se ha iniciado a digitalizar la memoria, la historia escrita, el patrimonio filosófico y artístico, en función del posible futuro vivir fuera del planeta y que, viene siendo estructurada y conocida con el nombre de digital history .

Entender cuántas veces, dónde y por qué se ha mantenido o tomado en cosideración el “extrañamiento de la dimensión ética”, planteado por Martin Fiorino es, fundamental, para entender nuestra framentaria memoria, nuestra incapacidad de poseer una historia escrita y analizada de larga duración y coherente con la identidad continental. Tomar en consideración dichos criterios puede ayudar a consolidar una identidad libertaria y liberadora, una sensibilidad hacia la propia vida que tiende a perderse o hipotecarse, cada día, al olvidar lo que, paradójicamente desconocemos, fuimos, somos y seremos y sobre todo, una prudencia reflexiva a la hora de entender lo americano. Adentrarnos al pensamiento ético aplicado, de Martin Fiorino puede representar asumir un conocimiento americano incluyente, integral y valorativo desde una perspectiva de convivencialidad y de preservación de la vida e historia americana y, subcontinentalmente, de América Latina.

NOTAS:
2.- Sugerimos la lectura de los textos del maestro Martin Fiorino: (2008) Ética de la ciencia. En: Revista electrónica de Humanidades, Educación y Comunicación Social, Año 3, N° 5, pp. 11-18, URBE, Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela; (2006) Ética intercultural e Integración Latinoamericana. Ediciones de la Universidad del Zulia, Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela; (2006) La organización vital. Vida y supervivencia de las organizaciones. Ediciones de la Universidad del Zulia, Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela.


3.- Marganlit, Avishai (2006) Etica de la memoria. Il Mulino, Bologna – Italia. Traducción del inglés al italiano de Valeria Ottonelli. Edición original de la Cambridge (Mass.) London, Harvard University Press (2004) The Ethics of Memory. Marganlit es profesor en la Universidad de Jerusalem.

4.- Martin Fiorino, Victor R. (2008) Desafíos actuales de la Ética Aplicada. Uniojeda Fondo Editorial de la Universidad Alonso de Ojeda, Costa Oriental del Lago, Maracaibo, Repùblica Bolivariana de Venezuela.

5.- Martin Fiorino, V. R. (1995) Bibliografía de la filosofía latinoamericana. La filosofía de la liberación desde 1968 a 1978. En: Revista de Filosofía, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 1/Especial, pp. 99-108, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.

6.- Dussel, E. (1973) Para una ética de la liberación latinoamericana. Siglo XXI, Buenos Aires – Argentina.

7.- Martin Fiorino, V. R. (1984) Lo “justo humano” y la justicia popular en Aristòteles. En: Revista de Filosofía, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo García Dìaz”, N° 6/7, pp. 119-126, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.

8.- Martin Fiorino, V. R (1997) La fílosofìa política en América Latina: de la historia de las ideas al pensar estratégico. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo García Dìaz”, N° 26/27 pp. 209-220, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.



FUENTES PRIMARIAS:
Martin Fiorino, Victor R. (2009) Alterità e riconoscimento: problemi di dialogo interculturale in America Latina. Ponencia del 04 de marzo del 2009 en Dottorado di Ricerca de Geopolitica e culture del Mediterraneo, Università degli Studi di Napoli Federico II, Italia.
_______________________ (2008) Desafíos actuales de la Ética Aplicada. Uniojeda Fondo Editorial de la Universidad Alonso de Ojeda, Costa Oriental del Lago, Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela.
________________________ (2008) Ética de la ciencia. En: Revista electrónica de Humanidades, Educación y Comunicación Social, Año 3, N° 5, pp. 11-18, URBE, Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela.
________________________ (2007) Ética, educación y construcción de convivencia. En: Revista Educación en Valores. Vol. 2, N° 8, Julio-Diciembre, pp.44-49. Edit. Universidad de Carabobo, Valencia, República Bolivariana de Venezuela.
_________________________ (2006) Ética intercultural e Integración Latinoamericana. Ediciones de la Universidad del Zulia, Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela.
_______________________ (2006) La organización vital. Vida y supervivencia de las organizaciones. Ediciones de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Repùblica Bolivariana de Venezuela.
________________________ (2005) Ética y proyecto político. Editorial de la Universidad de Los Andes, Mèrida Repùblica Bolivariana de Venezuela.
Martin Fiorino, Victor R. y Ferrer, J. (2002) Ética de la responsabilidad bajo la gestión pública. En: Revista Venezolana de Ciencia Política. N° 22, Universidad de Los Andes, Mérida, Repùblica Bolivariana de Venezuela.
Martin Fiorino, Victor R (2001) Historia, comunicación y política en América Latina. Ed. Sinamaica, Maracaibo, Venezuela.
__________________________ (1997) La filosofìa polìtica en América Latina: de la historia de las ideas al pensar estratégico. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 26/27 pp. 209-220, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
__________________________ (1996) Símbolo y comunicación en la política. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 2/3 pp. 215-222, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
________________________ (1996) Ética, economia y política. Editorial de la Universidad de Los Andes, Mèrida Venezuela.
__________________________ (1995) Filosofía y sociedad civil. En: Revista de Filosofía, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 1/Especial, pp. 121-126, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
__________________________ (1995) Bibliografía de la filosofía latinoamericana. La filosofía de la liberación desde 1968 a 1978. En: Revista de Filosofía, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 1/Especial, pp. 99-108, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
__________________________ (1995) Historia de las ideas, filosofía política y proyecto regional. En: Revista de Filosofía, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 1/Especial, pp. 87-97, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
__________________________ (1990) Ética, retórica y polìtica en la antropologìa aristotèlica. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosòficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 13, pp. 25-42, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
_________________________ (1989) Hacia el saber del hombre: Dialéctica, Lógica y Ontológica en Aristóteles. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 11 pp. 95-119, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
_________________________ (1984) Lo “justo humano” y la justicia popular en Aristóteles. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosòficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 6/7, pp. 119-126, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
_________________________ (1981) El problema de la verdad en Platón. En: Revista de Filosofìa, Centro de Estudios Filosóficos “Adolfo Garcìa Dìaz”, N° 4/5, pp. 135-149, Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.
________________________ (1981) El problema de la Verdad en la Metafìsica de Aristóteles. Consejo de Desarrollo Cientìfico y Humanìstico de la Universidad del Zulia, Maracaibo – Venezuela.

FUENTES SECUNDARIAS:
Demenchonok, E. (2007) Fundamentación de la ética en la filosofía latinoamericana. Paideaia Philosophy in Latin America, http://www.bu.edu/wcp/papers/lati/latideme.htm del 10.07.2007
Maeganlit, A. (2006) Etica de la memoria. Il Mulino, Bologna – Italia. Traducción del inglés al italiano de Valeria Ottonelli. Edición original de la Cambridge (Mass.) London, Harvard University Press (2004) The Ethics of Memory